De hecho, la propia reina Victoria hace presencia en la historia, la monarca que más tiempo ha gobernado Inglaterra. Cuando empezó su reinado, Inglaterra era agraria y rural, no obstante, dejó un país altamente industrializado y conectado a través del primer ferrocarril tras su muerte (I Revolución Industrial). Todo esto, aunque de forma sutil es perceptible en la ambientación tanto del anime como del manga.
El Mayordomo Negro se sitúa durante el tercer período del reinado de Victoria (El Victorianismo tardío, 1873-1901).
Entrando en materia; Ciel Phantomhive era simplemente el joven e inocente heredero de la fortuna de su familia, hasta que el día de su décimo cumpleaños incendian su mansión, asesinan brutalmente a sus padres y recibe violentas torturas para invocar el diablo.
Estas torturas, con las que los torturadores de Ciel -de identidades todavía desconocidas- pretendían invocar el diablo para pedirle un deseo, hicieron que dicho ser se sintiera atraído por el sacrificio y no por sus invocadores, y decidiera firmar un contrato con él.
El demonio, que posteriormente sería bautizado como "Sebastian Michaelis" y convertido en mayordomo por su nuevo amo Ciel Phantomhive, le tatuó el símbolo de su contrato en su ojo derecho. Ese contrato implica fidelidad absoluta hasta el día en que Ciel logre cumplir todos sus objetivos y muera, en el que Sebastian se comerá su alma.
Así pues, se inicia una relación entre amo y mayordomo de lo más intensa. Sebastian se convierte en la mejor pieza del ajedrez de Ciel, pues, tiene que llevarle la victoria en todo momento. Muchos de estos momentos son misiones que la reina Victoria le impone a Ciel Phantomhive como su "perro guardián". Los Phantomhive siempre han servido a la monarquía inglesa des de la sombra, como policías del submundo. Este es uno de los cometidos de Ciel, además de llevar las empresas de los Phantomhive y tratar de averiguar las identidades de sus torturadores para imponer venganza.
Tras todos los casos que Ciel y Sebastian van resolviendo van apareciendo nuevos y interesantes personajes que enriquecen mucho la historia. Algunos como el fresco príncipe de Bengala, su sirviente Soma, el shinigami Grell...
Una historia que deleita al lector/espectador tanto con su argumento como con el diseño de sus elegantes personajes y espacios -muchas veces lujosos y aristocráticos-. Como no podía ser de otra forma, muy recomendada por todo el staff del proyecto. No tiene pérdida.
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